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martes, 07 septiembre 2010

El hombre termómetro

HommeThermometre.jpgTerminé de leer un libro muy interesante sobre neurosicología, L'homme thermomètre de Laurent Cohen, en el que estudia el funcionamiento del cerebro a partir de personas enfermas y sanas con los nuevos métodos de resonancia magnética, entre otros. Es increíble ver por ejemplo cómo han podido deducir que la codificación en el cerebro de una palabra como PIZZA no es P+I+Z+Z+A sino más bien algo como P+I+2+Z+A pues hay enfermos que se equivocan en las letras pero no en la repeticiones y viceversa. Otro descubrimiento es que el centro de la lectura y de la escritura no están situados en el mismo lugar. Hay enfermos que por accidentes vasculares no pueden leer pero sí pueden escribir sin problema (algo que le dictan por ejemplo) o que para poder leer se tienen que ayudar siguiendo con el dedo la forma de las letras. Muestra de manera simple los mecanismos del cerebro y la localización de ciertas funciones que se han ido descubriendo a los largo del tiempo y sobre todo en las últimas décadas gracias a los escáneres IRM. La desconexión de una parte del cerebro con el resto o de los dos hemisferios cerebrales puede manifestarse de maneras muy extrañas.

Me hizo pensar en el descubrimiento de América pues durante mucho tiempo los europeos no lograban darle forma a ese nuevo continente ya que los navegantes llegaban a distintos lugares por diversos caminos sin encontrar la China como esperaba Colón. Es como conocer una ciudad a pie y de pronto caer en una calle o en un barrio que ya conocíamos pero ahora llegando por un camino nuevo. Así se va armando mentalmente el mapa de la ciudad como los neurosicólogos van descubriendo el mapa del cerebro gracias al estudio comparativo de los comportamientos y localización de las lesiones de sus pacientes.

L'homme thermomètre de Laurent Cohen
Laurent Cohen, neuropsychologue, est professeur à l'Hôpital de la Salpêtrière-Paris-VI. Ce livre est de la même veine que L'homme qui prenait sa femme pour un chapeau. Au lieu de faire un exposé dogmatique de la neurologie et des pathologies redoutables qu'elle explore, Laurent Cohen expose le cas d'un homme qui désignait tout ce qu'on lui présentait - peigne, boîte d'allumettes, ciseaux, cuiller, etc. - pour un thermomètre, et il explique ce qu'il faut de neuropsychologie pour que le lecteur fasse le diagnostic avec lui. Le choix du cas est particulièrement heureux. Ce n'est pas un cas simple qui illustrerait l'une de nos capacités cognitives, c'est au contraire un cas qui met en jeu deux fonctions, le langage et la vision. Ce sont en même temps celles qui ont été les mieux étudiées par les cognitivistes. On a non seulement l'explication de chacune de ces fonctions mais aussi de leur couplage dans la lecture, ce qui donne une idée précise du mode de fonctionnement général du cerveau. Laurent Cohen réussit parfaitement à passionner le lecteur pour. la neuropsychologie afin de comprendre ce cas, et à soutenir l'intérêt du lecteur pour ce cas humainement émouvant afin de comprendre le fonctionnement du cerveau en général.
http://www.amazon.fr/Lhomme-thermom%C3%A8tre-cerveau-en-p...

lunes, 06 septiembre 2010

Patek-Philippe

ExpoPatekPhilippe.jpgHasta el sábado pasado, nunca había estado en este museo a pesar de todos los años que llevo viviendo por aquí. Conocía el museo de la relojería pues llevé a mis hijos de pequeños, pero este es diferente. Son verdaderas joyas tecnológicas y artísticas. La exposición temporal muestra unos relojes que se fabricaban para el emperador de China y curiosamente siempre en parejas simétricas. De ahí el nombre de la exposición El espejo de la seducción. Me hubiera gustado entender cómo lograban que un pajarito metálico se moviera y cantara en unas cajitas tan pequeñitas. Fueron las guerras de religión y la persecución de los protestantes que hicieron que Ginebra, donde se refugiaron tantos relojeros artesanos, se convirtiera en el centro mundial de la relojería. Es un museo privado de dimensiones convenientes para que en dos o tres horas uno pueda darse una buena idea de la historia de la relojería admirando una piezas de valor inestimable. Lástima que llegamos un poco tarde y no pudimos verlo con calma.

Le mirroir de la séduction

Installé dans un bâtiment érigé au début du XXe siècle, le Patek Philippe Museum expose d'importantes collections d'horlogerie et d'émaillerie d'origine genevoise, suisse et européenne, allant du XVIe au XXe siècle.

Une bibliothèque entièrement consacrée à l'horlogerie documente ces collections historiques qui sont composées essentiellement de montres, d'automates à musique et de portraits en miniature peints sur émail ainsi que les créations prestigieuses de l'entreprise basée à Genève depuis sa fondation en 1839.

Rue des Vieux-Grenadiers 7
1205 Genève
Tél. +41 (0)22 807 09 10
http://www.patekmuseum.com/

domingo, 05 septiembre 2010

Un ruidito ratoncillesco

NV-IMP678.JPGCuando entré en el almacén de alimentos exóticos latinoamericanos, andaba huyendo de una banda que me quería matar. La ventera gritó cuando me vio entrar. Aproveché la sorpresa que le di para escabullirme corriendo hacia el sótano. Bajé las escaleras de prisa buscando el lugar más oscuro en ese desorden increíble. Todo estaba amontonado como si lo hubieran tirado desde arriba. Paquetes de harina, de tortillas, de frutas, de gaseosas, de botellas de cerveza y no sé qué cantidad de productos apilados por doquier. Esperé detrás de unos bultos atento al menor ruido en la oscuridad con la esperanza de tener la oportunidad de escapar o contraatacar si fuera necesario. La mujer encendió la luz tratando de localizarme. La oí subir pidiendo ayuda. Bajó al rato acompañada de dos jóvenes armados de escobas y palos. Yo estaba transpirando pues sentí que mi fin estaba próximo. Uno de ellos me vio y gritó: «¡ahí está! ¡No hay que dejarlo escapar!». Corrí como pude buscando un lugar más en el fondo. Ellos hicieron una barrera con los bultos para impedir que subiera en un descuido. Creía que ya no me veían ni oían. De pronto sentí que me enviaron un balde enorme sobre la cabeza. Creo que grité y traté de correr en cualquier dirección para escapar. Entonces me metieron en el balde y me levantaron del piso sin que yo pudiera defenderme. Por más de que pataleé no podía subir por las paredes lizas del recipiente. Cantando victoria los tres subieron las escaleras. Imaginé que me iban a matar a golpes, pero no, tuve suerte. Resultaron ser unos jóvenes muy pacíficos. Me llevaron por las calles céntricas de la ciudad hacia un parque vecino y me depositaron en libertad cerca de un seto donde pude salir corriendo sin que nadie me atacara o persiguiera hasta ahora. Trataré de no volver por esos lados si logro sobrevivir de la basura que tiran por aquí a menudo. Es que ser un ratón en zona urbana tiene sus riesgos.

08:00 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (1) | Tags: ficción, punto de vista