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martes, 23 agosto 2016

Verano ginebrino

 

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Somos el tiempo que nos rodea. Cuando el sol ilumina en verano un cielo azul sin nubes calentando el ambiente poco a poco desde la mañana, las tardes propicias para una siesta en una hamaca, cuando los árboles empiezan a enrojecer, el viento frío nos hace cubrir el cuerpo, las sombras se alargan en la tierra, cuando los árboles desnudos se cobijan de nieve , los pájaros emigran en pos de comida y calor tropical, los cafés se llenan de gente conversadora, los abrigos pesados cuelgan de los roperos, las salas de cine nos sumergen en historias de todo tipo, los conciertos y espectáculos nos hacen olvidar la lluvia exterior, cuando por fin las plantas vuelven a retoñar, los días empiezan a alargarse, cambia el reloj su hora, estornudamos con la fiebre del heno, volvemos a pasear por parques y bosques de verde claro, queremos abrir ventanas, cambiar el ambiente interior de nuestras casas, terminar las actividades del año para descansar en la playa o en la montaña lejos del mundo y recomenzar el ciclo de las estaciones que dan ritmo a la vida.

NV-IMP959.jpgEn el Trópico sin nieve ni días de longitud variable, solo época de lluvia e inundaciones o de sol ardiente, sequía e incendios. Para cambiar de clima se viaja a la montaña, la costa o el valle. Las regiones más fértiles permiten una vida relativamente tranquila, las inhóspitas son para la gente más trabajadora y dinámica. Los ricos escogen los mejores lugares para vivir, los pobres se quedan con las migas y sufren de las intemperies. Es igual en todo el mundo. Quizás veremos guerras y migraciones climáticas.

NV-IMP960.jpgGinebra es un microcosmos multicultural cosmopolita. Aquí uno no se siente extranjero, todos lo somos en cierto grado. Entre lago y montaña, entre dos países, un emparedado suculento de migrantes. El verano se anima de conciertos, fuegos artificiales, cine al aire libre, fiestas populares, y se calma con menos congestiones de tránsito, tiene más turistas, buen ambiente. Ve uno menos gente conocida pues muchos viajan lejos de aquí. Con suerte, uno se puede ir de vacaciones en julio y regresar a disfrutar de un mes de agosto veraniego o lo contrario. Lo peor es volver a una Ginebra fría y lluviosa.

Me gusta veranear por estas tierras, pensar en Rousseau y Voltaire, en Mary Shelley escribiendo a Frankenstein en Cologny hace doscientos años en la misma Villa donde lord Byron pasaba el estío, pienso en la novela De sobremesa del poeta José Asunción Silva que tiene algunos pasajes que transcurren en Ginebra o uno de los Cuentos peregrinos de García Márquez que también sucede aquí.

NV-IMP961.jpgAyer por ejemplo estuve paseando por San Cergue en la cadena montañosa del Jura sobre la frontera franco-suiza caminando desde el pueblo hasta una cima con una hermosa vista del lago y los Alpes con el Monte Blanco. Han puesto en el recorrido unos pasajes de La balada de Beatrix de Rilliet, una novela del siglo XIX que relata una historia de caballeros en la época de las guerras de Carlos El temerario, duque de Borgoña, cuando quería conquistar tierras suizas. Otro viaje al pasado con toques novelescos. Pero el verano solo se acaba oficialmente dentro de un mes. Toca aprovecharlo.

 

domingo, 07 agosto 2016

Picasso en Martigny

NV-IMP957.jpgCuando yo era niño creía que Picasso no sabía pintar ni dibujar (algunos adultos lo pensaban también en esa época y seguro que ahora igual). Siempre me ha desconcertado. Con los años empecé a entender su originalidad. Viendo sus primeros dibujos y cuadros en el museo Picasso de Málaga, tan clásicos y perfectos, me di cuenta de que sí sabía pintar figurativamente y con realismo. En realidad lo que quiso fue cortar con el pasado para crear el cubismo y expresarse poniendo en un solo plano el volumen completo tridimensional de sus modelos. Además a través de su obra se puede entender su exuberante vida pues en vez de escribir un diario, lo pintaba.

Esta exposición de Martigny se centra en los últimos veinte años de su vida al lado de su última mujer, Jacqueline Roque. Cuando se conocieron, Picasso tenía 71 años y ella, 26. Murió en 1973 a los 91 años dejando una obra inmensa. Su viuda Jacqueline se suicidó trece años después. Cuando se encontraron en los años cincuenta, no podían imaginar que iban a vivir veinte años juntos. Se nota que ella fue una fuente muy importante para su inspiración en ese último período de creación.

En una vídeo, extraída de un documental del canal de televisión franco-alemán Arte, pasan la vida del artista y sobre todo los problemas que resultaron para sus herederos, ya que en esa época las leyes no reconocían la igualdad de derechos entre hijos legítimos y naturales. Unas fotografías de Jacqueline completan muy bien la exposición pues era más que un pasatiempo para ella que tenía talento para componer las escenas que parecen tan naturales.

La variedad de técnicas empleadas y expuestas en Martigny son enormes: óleo, lápiz, carboncillo, pastel, grabado, litografía, collage, linóleo grabado, cerámica, escultura en metal y cartón. En diversos formatos de los más pequeños a los más grandes trabaja temas recurrentes como el pintor y su modelo, en uno de los cuales parece que el pintor está casi comiéndose al modelo con su pincel, series de variaciones sobre clásicos como Velásquez, Delacroix o Manet. Los dibujos preparatorios son interesantes pues muestran que las posiciones dislocadas de los cuerpos en los cuadros no fueron escogidas al azar. Algunas obras parecen hechas muy rápidamente y sin detalles, unas son en blanco y negro o en matices de gris, otras son muy coloridas con combinaciones sorprendentes. Muy prolífico.

 

Picasso L’œuvre ultime Hommage à Jacqueline
18 juin - 20 novembre 2016
Tous les jours de 9 h à 19 h
Prix des places : CHF. 30.- à CHF. 120.-

En hommage à Jacqueline Picasso disparue il y a trente ans, le 15 octobre 1986, la Fondation Pierre Gianadda présente un ensemble exceptionnel de peintures, gravures, linogravures, céramiques et sculptures, qui mettent en lumière l’œuvre tardif de Picasso. Autant fascinantes qu’éblouissantes, les vingt dernières années de la carrière de l’artiste sont un hymne à l’amour, à la vie et à la création. Cette exposition montre à quel point sa création ultime est révélée par la présence de Jacqueline, que Picasso rencontre en 1952 et épouse en 1961. Elle fut sa dernière compagne, lui servit de modèle et de référence en permanence.

Pour Picasso c’est le début d’une nouvelle vie et d’un élan pictural sans précédent qui s’opère dans différents lieux : d’abord La Californie à Cannes (1955-1958), puis le château de Vauvenargues (1958-1961), au pied de la montagne Sainte-Victoire si chère à Cézanne, près d’Aix-en-Provence, et enfin le mas Notre-Dame-de-Vie à Mougins (1961-1973).

Selon un parcours chronologique et thématique, l’exposition présente plus d’une centaine de pièces majeures provenant de la collection de la famille de l’artiste, des plus grandes collections publiques (Musée Picasso, Paris ; Musée national d’art moderne-Centre Pompidou, Paris ; Museu Picasso, Barcelone…) et de collections particulières, qui rendent compte de la diversité et de l’importance de la production artistique des dernières années de Picasso.

http://www.gianadda.ch/wq_pages/fr/expositions/

 

08:53 Anotado en Exposiciones | Permalink | Comentarios (0) | Tags: martigny, picasso, vejez

jueves, 04 agosto 2016

Musée d’Art et d’Industrie de la ville de Saint Etienne

MAI-St-Etienne.JPGLa ciudad francesa de Saint Étienne, cerca de Lyon, es la capital de una región que fue muy industrial durante siglos pero que con las deslocalizaciones y las crisis económicas sufre hoy de mucho desempleo y fábricas cerradas. Sus especialidades eran las armas, las ciclas y las cintas, además de las minas de carbón. Está en plena evolución tratando de especializarse en el diseño.

Unos viejos amigos Stéphanois (¿estebaneses?) alcanzaron a ver esa industria en funcionamiento antes de la crisis cuando eran pequeños y sus padres y abuelos trabajaban en las fábricas de cintas y cordones o empacaban esos productos por encargo en sus casas.

Los hemos ido a ver y hemos aprovechado para pasear por la región de Saint Chamond (nuestros amigos nacieron en esta ciudad) que tiene muchas colinas, bosques y cultivos, además de muchos edificios de antiguas fábricas abandonados o reconvertidos para otros usos. Me recordó el Macizo Central y la Auvernia.

El museo de arte e industria da una muy buena idea de la época dorada de la región, en particular sobre los tejidos para cintas de todo tipo. Uno no se imagina el trabajo que esto representaba desde la concepción hasta el producto final. Las aplicaciones antiguas han sido reemplazadas poco a poco por otros productos en el ámbito de la salud, del deporte o la industria. Claro que los obreros norteafricanos que inmigraron durante los años de expansión ahora han dejado a sus descendientes en una situación social difícil de desempleo y desarraigo con muchos roces con la población autóctona. Es un problema difícil de resolver.

http://mai.saint-etienne.fr/

https://fr.wikipedia.org/wiki/Saint-%C3%89tienne