domingo, 17 julio 2011
Resultado garantizado
Por fin encontré el amor de mi vida, la solución a mis problemas, gracias a un papel que apareció en mi buzón una mañana. Decía simplemente:
Famoso vidente médium especialista en todos sus problemas de cualquier naturaleza: Retorno inmediato y definitivo del ser amado, pérdida de peso, impotencia sexual, suerte en los juegos, enfermedades, atracción de clientes, desembrujo, abandono del alcoholismo, conflictos familiares y conyugales, exámenes, timidez, oportunidades de negocios, comercio, empresas, concursos y oposiciones, fidelidad absoluta entre esposos, problemas de herencia, sometimiento al deseo, etcétera. Resultado rápido, serio, eficaz y ciento por ciento garantizado. Pago después de resultados y dentro de sus medios. Gabinete de clarividencia.
Indicaba el nombre del maestro y su teléfono. Como había probado todo lo posible e imposible para encontrar a mi príncipe azul, me dije que no podía dejar pasar esta oportunidad. Lo llamé sin tardar. Me contestó con un acento africano y me dio cita para el día siguiente. Me vestí muy bien y me metí en la cabeza que la suerte estaba de mi lado. Le expliqué que no tenía dinero pero que según el resultado obtenido podría pagarle. Me sorprendió que tuviera que trabajar pues con esos dones que tenía, debería de estar lleno de plata. Me explicó que era muy altruista y que lo que le interesaba era ayudar a la gente.
Todo se desencadenó rápidamente y como me lo esperaba. Logré enamorarlo y ahora vivimos juntos. La vida es fácil con todo el dinero que le pagan los incautos pues nos alcanza para todo sin que yo tenga que trabajar.
20:35 Anotado en Cuentos | Permalink | Comentarios (0) | Tags: ficción, clarividencia
martes, 12 julio 2011
Yo también escuchaba el parte de RNE
Terminé de leer esta antología en la que participé con un relato. Todos tienen en común la radio, a veces como una excusa a veces como personaje principal. Los temas son variados, con sus altos y bajos. Es cierto que es difícil imaginarse el mundo sin internet y con una televisión menos desarrollada, ese tiempo en el que la conexión con el mundo era principalmente la radio compitiendo con los periódicos. Sigo sin embargo escuchando radio sobre todo en el camino entre mi casa y el trabajo o durante el desayuno. El tiempo que paso delante del televisor ha disminuido y ha sido reemplazado por el PC ya sea en local o conectado a la red local o mundial. La radio me parece mucho más mágica que la televisión, pues está menos deformada que la imagen. Aunque cuando un programa o una película son suficientemente interesantes para atraparnos, el medio no importa y uno se mete dentro de la imagen como si fuera real, como cuando se lee un buen libro.
Yo también escuchaba el parte de RNE
Antología
(Narrativa, 72)
Yo también escuchaba el parte de RNE es un libro de relatos que hace un homenaje a la radio que nos formó, nos acompañó y nos acompaña. Aquellas radios de válvulas de los años 60, con su mueble de baquelita, con sus grandes mandos redondos para buscar las frecuencias, AM, FM, SW y VHF –conceptos que por entonces nos parecían sacados de libros mágicos– y con nombres escritos en el frontal que inducían a soñar, como Radio Moscú, BBC, RNE, Radio Suiza Internacional, Deutsche Welle, Radio Habana Cuba, Voice of America o Radio France International, fueron nuestros acompañantes de infancia, de adolescencia, y para los más veteranos, de una madurez que se vivió en plena guerra fría. Era una radio de voces potentes, con teatro, radionovelas e informativos que se escuchaban más que para saber qué se decía para interpretar qué estaba sucediendo en realidad. Para aquella radio trabajaron escritores que crearon historias de ficción que llenaron el tiempo gris de nuestras madres y abuelas, periodistas que gritaron el gol del equipo de la ciudad en domingos de traje y transistor, locutores que presentaban canciones, casi siempre en español, e incluso piadosas locutoras que daban consejos a nuestras madres y abuelas sobre cómo ser una perfecta mujer y ama de casa. Así pues, lo mismo que sucede en la actualidad, pero con otras voces y otros conceptos.
En este libro se reúnen historias de guerra y postguerra, las voces que nos enamoraron, la onda corta como casi única relación de exiliados y emigrantes con la patria. Hay también historias delirantes que toman la radio como excusa o punto de partida de vidas y muertes nada comunes.
Los escritores Nelson Verástegui, José Enrique Canabal, Isaac Belmar, Andrés Fornells, José Luis Gª Rodríguez, Manuel A. Vidal, Alvaro Díaz Escobedo, Miguel Ángel de Rus, Manuel Villa-Mabela, Johari Gautier Carmona, Francisco Legaz y Pedro Amorós se han unido para hacer con sus relatos un homenaje a la radio que nos crió (incluso al famoso parte) y a las vidas sobrelas que ha influido en estas décadas. Son textos en los que se encuentra humor, nostalgia, acidez, ironía y todos aquellos sentimientos que afloran cuando se recuerda el pasado, que como todo el mundo sabe, fue mejor, o tal vez no.
15 euros -176 páginas
ISBN: 978-84-96959-64-4
http://www.edicionesirreverentes.com/narrativa/RNE.htm
12:00 Anotado en Cuentos, Libros | Permalink | Comentarios (0) | Tags: antología, radio, españa, ficción, irreverentes
domingo, 10 julio 2011
Ficción en idioma extranjero
A mediados de junio escribí mi primera ficción en idioma árabe. ¡Je, je! Ahí está en la imagen. Teníamos de tarea escribir una carta personal usando las fórmulas de saludo y despedida como si estuviéramos de viaje. Se me ocurrió escribir una carta imaginaria de un personaje del pasado. Me divertí y ahora espero las correcciones de la profe. Me imagino cómo me la entregará llena de rojo. Pero como el viernes tuvimos el examen final escrito, me tocará esperar a septiembre para la corrección si se acuerda de dármela. Me quedan dos meses de vacaciones y para ver si continúo en septiembre.
Creo que mi primer cuento en idioma extranjero fue en clase de inglés en Colombia. Nos habían dejado de tarea une descripción y se me ocurrió escribir la cafetería de la universidad. A la profesora le gustó el tema pero me dijo que no lo había explotado convenientemente. En francés no recuerdo cuál fue el primero. En ruso tuve una profesora muy buena que nos motivaba a escribir sobre temas diferentes. Una vez nos hizo escuchar una canción rusa y luego inventar un cuento. De ahí me salió uno que después traduje a español. Otra vez escribí un cuento sobre el encuentro del pintor Modigliani con una poeta rusa, creo que Akhmatova, en el París de comienzo del siglo XX.
A mí me gustan esos profesores que le dan cuerda a la imaginación de sus alumnos. Hace unas semanas leí unos cuentos en francés de niños argentinos que sus profesoras les dieron de tarea. Me gustaron. No sé qué edad tienen los niños, pero escribir en francés desde Argentina tiene mucho mérito. Unos eran enredados y hasta chistosos, otros no eran verdaderos cuentos sino explicaciones de lo que es la Navidad. Felicitaciones por esa iniciativa.
18:58 Anotado en Cuentos, Lengua | Permalink | Comentarios (1) | Tags: árabe, aprendizaje, ficción